viernes, 13 de diciembre de 2013

La desazón sanada. Vamos Mi Sevilla!!

Va a ser que me pudo la impaciencia; que no entendía como mi SFC se comía de la cabeza hasta el rabo al Manchester United en su casa en verano y, llegada la Liga, ese mismo SFC mío se venía abajo y parecía haberse olvidado de lo que era capaz.
Por suerte, quien ya no está, D. José Mª del  Nido (gracias por todo Presidente y mucha suerte en lo que le quede ante la Justicia) supo aguantar el temporal, como si hubiera atisbado en lontananza un nuevo Juande, como aquel que se sobrepuso a la eliminación copera ante el Cadiz y después vino lo que vino...
Me pudo, definitivamente, la impaciencia, la desazón de ver un equipo nuevo, enterito de la cabeza a los pies, que parecía no enterarse de que había que ganar o ganar, para acallar la jaula de grillos en la que el sevillismo es capaz de convertir el Sanchez Pizjuán a poco que se nos provoque, a base de esa nada que tantas ocasiones en los ultimos tiempos ofrecían los nuestros ya fueran guiados por unos (Marcelino,  Michel, Manzano... me da igual el orden), o por otro, el Emery de antes que curiosamente es el mismo de ahora, pero con unos meses más a la vera de los suyos que, parece ser, fueron los necesarios para que los engranajes comenzasen a moverse sin chirriar en exceso.
Y así, llevamos seis partidos, seis sin perder en distintas competiciones y divisando en el horizonte esos puestos tan anhelados donde hemos de regresar a base de lo que sea, dentro de los límites de la legalidad y de la deportividad, porque este SFC debe estar ahí Sí o Sí (hay legados imperecederos a los que no entendería por qué habriamos de renunciar).
El caso es que, quien suscribe, está sanado de espanto y rehecho en mis depositos de paciencia, esa que el año pasado me tuvo convencido que a Europa ibamos... y, la soberbia de Del Nido me valga, aquí estamos, prestos y dispuestos a no temer a nada ni a nadie cuando comenzamos de cero en nuestras intenciones, y no hay más límites en nuestra ambición que el que nuestra humildad nos marque.
Así que, como Monchi (@leonsfdo) nos pide a su tan diplomática como enfervorecida manera en twitter 
Creo que no hacen falta más explicaciones.

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